sábado, 18 de febrero de 2012

Capítulo 6 - Evasión

- Cuando tengas que tomar una decisión importante, evádete, vete a otro lugar, yo me iba a caminar por la línea del tren... distráete, después de hacer eso, las respuestas te saldrán solas - dijo mi papá hace años (o algo así fue)
- ¿Y si no necesito evadirme? - pregunté con ganas de molestar
- Igual vete, es entretenido conocer lugares - se rió

Creo que es lo mejor, quedarse en la casa es sinónimo de prender la televisión y mirar vacíos. La gente critica muchas veces que la tele está fome, pero igual la prende y se queda embobada con lo que dan. La radio me gusta a veces, pero dejo esas experiencias para ciertos días especiales. La otra entretención posible es leer diarios viejos, candidatos a resguardar el comedor de alguna mancha de pintura cortesía de mi hermanita Andrea, que le gusta hacer cuadros y dibuja; también estar en la casa significa acostarse y agonizar de calor, cruzar los dedos para que pase el furgón que vende helados en el pasaje (porque camioncito, como en Estados Unidos, acá nunca ha existido)...o, claro, hacer esas cosas que tu mamá te pide que hagas cada vez que le dices "estoy desocupado". Viéndolo así, es mejor salir a alguna parte. Mi evasión justamente es esa: caminar, viajar, sacar fotos y ver medios de transportes.

Recuerdo que un compañero de curso, cuando era más pequeño, me dijo: "cómo malgastas una cámara sacando fotos de micros...", meses más tarde me vengué en una pichanga dándole un buen planchón. "Fui a la pelota", dije. Ahora quizás lo hubiese ignorado y me hubiese dado igual, hay tantos gustos incomprendidos. Por ejemplo, yo sé de gente que sabe el nombre de los árboles y de las flores, y uno ve tantos diferentes y no sabe cómo llamarlos. Otro sabe de insectos y viajan solo para poder verlos. De igual manera en que a mí me gustan los transportes, otros saben de tipos de telas, algunos sobre monedas y billetes y así, a la larga es la diversidad lo que hace entretenido al mundo.


Al menos durante un día de la semana, al principio por obligación y después por gusto, acompaño a Daniela mientras trabaja de conductora. Cuando estaba en el colegio, la acompañaba los viernes porque sabía que era un día más pesado, para que no andara sola con tanto pasajero hueón que se sube. Lo bueno es que ella no se calienta la cabeza, deja que los viejos hablen solos. A veces lleva radio y se la pone al bus, por lo que se evade con la música. Otros días converso con otros conductores o con ella también, es entretenido poder conocer gente, saber de otras realidades e inundarse con las cosas positivas de la gente.

Valentina es loca y, cuando digo loca, la palabra "loca" no alcanza para describirla (aunque puede que esté exagerando). Quiere aprender a manejar, le encantaría tener un auto de esos lujosos. Su sueño es tunear algo y participar en las carreras clandestinas, ojalá ganar y tener a todos los participantes a sus piececitos (porque es chica), sentirse poderosa, tener a todos comiendo de la palma de su mano; también me ha dicho que quiere tener una moto, ponerse lentes de sol y recorrer Chile de punta a punta, como motoquera. Es bien ambiciosa y ...loca, normalmente yo hubiese huido ante los primeros indicios, pero me parece tan niña chica aún que me provoca ternura, a pesar de todas las desastrosas ideas que tiene, no la tomo en serio (o intento no hacerlo), pienso que son caprichos que nunca cumplirá.

Hay gente que idealiza sobre lo que tiene que tener su pareja o cómo les gustaría que fuera (especialmente cuando aún no han tenido una), que fuera tierna, que no molestara con sus idas al centro comercial, que dejara ver fútbol tranquilo...yo solo quiero alguien a quien no me cueste tanto aceptar, que ojalá no me inspire sentimientos encontrados. Ahora, ese deseo se ve tan lejano, creo que Valentina es de esas mujeres que te ofrecen intensidad, harta pasión y energía, pero que no te da estabilidad o proyección. Algunos las tildarían como "mujeres para estar un rato" y creo que tienen razón, a menos que uno se someta, el disfrute de una relación así es solo un corto lapso: el primer tiempo. De todos modos, me siento extraño con ella, como que quiero huir y no puedo, me hace tanto reír con su vocecilla y las tonteras que habla, por momentos quisiera alejarme pero no puedo, es como si quisiera vivir eso: meter la pata, equivocarme, ser suyo, tener un amor intenso, pero fugaz. Otros prefieren entregarse y ya, disfrutar hasta que termine todo y levantarse, pero yo no soy así.

Uno siempre dice que los problemas hay que enfrentarlos y abordarlos directamente, pero soy medio cobardón cuando se trata de mujeres, me cuesta decirles que sí, me cuesta decirles que no, me cuesta decirles que no sé, solo me dedico a evadir.
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(1) Pichanga: partido de fútbol. En los colegios chilenos -especialmente de hombres- a menudo se juegan partidos de fútbol en los recreos. También se les llama pichangas a los partidos informales o de grupos de amigos.
(2) Piluchas: desnudas o con poca ropa.
(3) Hueón o huevón: es una palabra súper común en el vocabulario del chileno. Tiene varios matices, puede ser amigo (caso más positivo) hasta imbécil o algún improperio adicional (caso más negativo).
(4) Cabra: en Chile se suele usar a menudo para decir niña. En niños, se dice cabro.

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